Consejos a un escritor en ciernes.









Consejos  a un escritor en ciernes.
Entrega 1


Muchas veces he escuchado, y estoy seguro que tú también, “cuando tenga tiempo voy a empezar a pintar, o me voy a animar a escribir, o voy a aprender a tocar el piano".

Sé que conoces la historia del niño que miraba al escultor avanzar en su obra maestra, que al principio era apenas una gran mole de granito, un cubo descomunal de más de dos metros de alto. El joven vio como el primer golpe de martillo sobre el cincel ni afectó la roca. Una ínfima lasca de ella se desprendió sin inmutar la insensible masa. Un espectador despistado confundiría el oficio del hombre de túnica, seguro pensando en un dentista de elefantes. Pero el niño seguía con atención los golpes, el circunvalar la estructura y el trasladarse del obstinado obrero que subía y bajaba los andamios.

El día en que concluyó el trabajo el espectador presenció admirado la belleza de “la Pietá” y preguntó al escultor: ¿cómo sabía que ella estaba ahí dentro?

No es necesario que te explique, pero por las dudas, el pianista, la pintora, el escritor, está dentro de ti, sólo necesitas descubrirlo.

Al igual que el escultor, los primeros días de ejercicio parecen ser inútiles. Son ataques a la dura superficie del desconocimiento, de la falta de práctica, pero poco a poco, las notas musicales parecen alinearse en melodía, los pincelazos tridimensionan la tela que asustaba. EL papel en blanco, un desafío imposible, se va llenando de prosa, los personajes cobran vida.

Y tú sonríes.

El primer kilómetro es para el maratonista el peor de todos, su mente tiene que borrar la distancia que queda por cubrir y concentrarse en la respiración, en los pasos sistemáticos, no puede ir ni muy rápido ni muy lento, pero en cada zancada va ganando confianza. Llega el momento que corre sin darse cuenta, ya ni piensa en la meta, va disfrutando el esfuerzo.

Respira hondo. No, no le hablo al corredor, a ti te digo.

¿Cuántas personas excedidas de peso comienzan la dieta el próximo lunes? Y algunas de ellas incluso llegan a lunes a la noche. La dificultad no es comenzar, es continuar. Es vencer al gigante mentiroso de la excusa. Para un escritor no puede haber mañana. Cada acción es hoy.

Tiempo presente.

Me siento delante del ordenador y escribo. AHORA.


(extracto del libro “Consejos para un escritor en ciernes” – Todos los derechos reservados)

Si quieres comunicarte conmigo, hazlo a REJA@edicionesdelareja.com

Comentarios

  1. Bendiciones, querido Eduardo Altez, en la tarea de alentar, impulsar y publicar la buena literatura en castellano!! Abel Riera, Ediciones Profesionales Cristianas.

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